
La Asociación Empresarial Eólica, muestra como “Las capacidades industriales de los sectores eólico y naval españoles, el interés real de los inversores, y la fuerte reducción de costes convierten al momento actual en una gran oportunidad para explotar el gran potencial de eólica marina existente en España”.
Asimismo, la gran patronal del sector, alerta de que si España no aprueba pronto una Estrategia para el Desarrollo de Eólica Marina, “esta oportunidad se diluirá en favor de otros países europeos que ya se encuentran desarrollando el mercado y disponen de instrumentos de apoyo específicos”
El potencial de la eólica marina en España
A diferencia de lo que ocurre en los mares del norte de Europa, las aguas que rodean la península ibérica ganan profundidad muy deprisa. De este modo, no es necesario desplazarse grandes distancias mar adentro para que el lecho marino alcance altura. En el Cantábrico, en el Mediterráneo, en el Atlántico, las aguas son en seguida muy profundas.
Esto ha impedido que el sector eólico haya prosperado mar adentro en torno a las costas de España. Porque en aguas profundas la longitud de las torres que sostienen las turbinas eólicas ha de ser mayor (más acero, más dinero) y porque, además, cimentar aerogeneradores al lecho marino es mucho más complejo y así mismo caro que hacerlo por ejemplo en las aguas someras del mar del Norte o el Báltico.
El turismo ha sido la otra gran barrera al despliegue de parques eólicos marinos en torno a las costas de España. El previsible impacto paisajístico de parques eólicos más o menos próximos a la línea de playa, o a la vista de los bañistas, ha resultado disuasorio.
Los mares del norte de Europa
Los mares que bañan las costas del norte de Europa no han tenido esas barreras: sin turismo ni aguas profundas, la eólica marina ha prosperado allí como en ningún otro lugar del mundo.
Según la asociación europea de la industria eólica, WindEurope, ahora mismo hay mar adentro, frente a las costas del Viejo Continente, 25.000 megavatios de potencia eólica, distribuidos, lejos de España, en aguas territoriales de 12 naciones distintas.
En 2020, el año del Covid, el sector ha conectado 2.900 megas (356 aerogeneradores, repartidos en 9 parques marinos). Y las expectativas son más que positivas. Según la AEE, “el marco internacional es claramente favorable para la eólica marina como tecnología clave en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización”.
El discurso de las agencias internacionales va en sintonía. Según las previsiones de la International Renewable Energy Agency (Irena), para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, la potencia total de eólica marina necesaria a nivel mundial deberá ser de 228 GW en 2030 y de 1.000 GW en 2050.
Y llegamos a 2021
España no tiene eólica marina en fase comercial, ya que solo cuenta con prototipos en áreas acotadas para el ensayo, en Canarias, Euskadi y Cantabria. Sin embargo, España cuenta con 6.000 kilómetros de costa “en los que existe recurso eólico estable y abundante”, según la AEE.
Asimismo, el país cuenta también con algo con lo que no ha contado hasta ahora, un marco político, capacidad industrial en los dos sectores clave (el eólico propiamente dicho y el naval), interés por parte de los inversores y las soluciones tecnológicas (flotantes) que hasta ayer solo estaban sobre el papel, pero que ahora ya son realidades tangibles.
«La implementación de las políticas de lucha contra el cambio climático y transición energética, junto con las capacidades industriales de los sectores eólico y naval, el interés real de los inversores, y la fuerte reducción de costes, convierten al momento actual en una gran oportunidad para explotar el gran potencial de eólica marina existente en nuestro país».
La Asociación Empresarial Eólica afirma que es el momento de la eólica marina en España. Esto se debe al hecho de que el sector ya ha desarrollado las plataformas flotantes sobre las que instalar los aerogeneradores, que hacen posible alejar la eólica de la costa. De este modo, ya no es necesario cimentar las máquinas en el lecho marino y, además, el impacto visual queda minimizado o sencillamente invisibilizado a ojos de los bañistas.
Esto supone una gran oportunidad para el sector y para España, ya que la Asociación considera que el avance que ha experimentado la eólica flotante en los últimos años constituye “un vector de desarrollo adicional para España, al abrir la puerta a nuevos emplazamientos más alejados de la costa, con factores de capacidad muy elevados, y que permiten una disminución sustancial del impacto ambiental y visual” respecto a los proyectos presentados antaño.
FEB
2021