
La energía eólica marina nos ha acompañado a lo largo de la historia. Hace miles de años, los egipcios ya la utilizaban para mover barcos a través del Nilo. Los turcos y los chinos la empleaban para bombear agua y mover molinos de trituración de granos.
Hoy la energía eólica está en su mejor momento y España es uno de los líderes en este mercado. En 2021 fue la principal fuente de generación eléctrica en el país. Y ahora la industria pretende lograr un nuevo hito: ser un referente en las turbinas de viento flotantes, aquellas que no necesitan de una base fijada al fondo del mar y que pueden ser desplegadas en aguas profundas.
Robert Navarro Aragay, presidente de la sección eólica de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) afirma que “la energía eólica marina flotante tiene un gran futuro” pero asegura que todavía queda aprendizaje tecnológico. España cuenta con un tejido industrial muy fuerte tanto en la fabricación de equipos como de generación de energía a través de las turbinas de viento instaladas en tierra firme. De hecho, el país se sitúa en la quinta posición de los países con más potencia instalada en el mundo, tan solo por detrás de China, EE UU, Alemania y la India.
Es en la eólica marina donde hay que avanzar. En este campo solo hay pruebas tecnológicas y no se ha explotado en su fase comercial. Pero la versión flotante empieza a coger fuerza.
Aguas profundas
Una de las razones que complican el despliegue de la eólica marina en España es que las aguas de la plataforma continental de la península Ibérica son muy profundas. Esto impide el anclaje de la base al lecho marino (que resulta inviable a partir de 50 metros de profundidad), como ocurre en el mar del Norte, la región que lidera la potencia instalada en Europa de eólica marina. Sin embargo, esto cambia con la eólica marina flotante que permite expandir los límites geográficos de las zonas marinas aprovechables y llegar hasta profundidades de 1.000 metros multiplicando las áreas de desarrollo potencial en las costas españolas.
Por ahora el objetivo se centra sobre 27 soluciones flotantes identificadas actualmente a escala global de las que 7 son patentes españolas. De hecho, de los 13 de los parques flotantes que hay en el mundo actualmente, 11 de ellos los han fabricado empresas españolas, según asegura Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). El Gobierno español ya aprobó a finales de 2021 una hoja de ruta para apuntalar el avance de esta tecnología. El objetivo es instalar hasta tres gigavatios (GW) de energía eólica marina flotante en aguas españolas para 2030. Y para ello se invertirán, al menos, 200 millones de euros en investigación e innovación.
“Hay mucho que remar para llegar a tener parques eólicos marinos instalados en nuestras aguas territoriales”, afirma David Carrascosa, director de Saitec Offshore Technologies, empresa que actualmente está desarrollando un proyecto (Demosath) que se convertirá en la primera turbina de un parque eólico marino flotante conectada a la red en España. Se está haciendo en las costas de Bilbao, y empezará a funcionar a lo largo de este 2022. El objetivo es que genere energía como para abastecer a unos 2.500 hogares españoles anualmente. Pero no es el único. Diversas empresas han visto en Gran Canaria un sitio para desplegar sus inversiones en este campo.
Empresas eólicas en España
La gallega Greenalia lleva la delantera. La empresa podría generar energía suficiente para unos 70.000 hogares con el desarrollo de cuatro aerogeneradores de su parque eólico marino flotante (llamado Gofio). Ello ocurrirá en 2025, cuando se estima que esté finiquitada la obra.
Las empresas Sener y Bluefloat Energy también han movido ficha para hacerse un gran hueco en el mercado. En Gran Canaria planea un parque eólico flotante de 225 MW. Pero no es aquí donde estas dos empresas (con proyectos en Almería y Cataluña) quieren demostrar su músculo. En Galicia buscan montar un parque de una potencia instalada de 1.200 MW, el más grande que podría haber en España y que ha desbancado al parque de parques San Brandán y San Cibrao (también en Galicia), dos proyectos presentados por Iberdrola que en conjunto suman unos 1.000 MW. Pero antes de empezar a montar las turbinas en el mar y poder comercializar la energía, quedan muchos cabos por atar.
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Fuente: Kilovatios que vienen del mar
MAR
2022