
La industria eólica se enfrenta al reto de conseguir una cadena de valor 100% sostenible para aumentar su eficacia en la lucha contra el cambio climático. Vestas se ha convertido en el primer fabricante eólico en operar con cero emisiones de carbono y cero residuos en todas sus actividades.
El fin de la vida útil de las primeras generaciones de aerogeneradores ha traído consigo las primeras imágenes de vertederos cubiertos de palas eólicas esperando a ser enterradas. Esto ha perjudicado los beneficios que produce un sector fundamental para el futuro de nuestro planeta como es la energía eólica.
En la actualidad, el 85% de los aerogeneradores son reciclables. Sin embargo, el porcentaje de reciclaje de algunos componentes, especialmente de las palas, no ha conseguido superar el 45%. Esto se debe tanto a la dificultad que lleva encontrar materiales reciclables eficaces como al hecho de que no ha existido un volumen de mercado suficiente para considerar economías de escala y hacer la industria del reciclaje eólico viable económicamente.
Aerogeneradores cero residuos para 2040
Las previsiones actuales calculan que la industria eólica crecerá a un ritmo del 3% actual hasta 2030. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, si la tendencia se mantiene, se estima que los residuos procedentes de aerogeneradores alcancen los 43 millones de toneladas acumuladas en 2050.
La multinacional Vestas se ha convertido en el primer fabricante en fijar objetivos de reciclabilidad y sostenibilidad a largo plazo. De esta manera, ha anunciado el objetivo de fabricar aerogeneradores “cero residuos” para 2040. Además, lo tendrá que conseguir sin generar emisiones de carbono, pues también se ha fijado estar totalmente descarbonizada para 2030.
Según afirma Javier Ojanguren, Country Manager de Vestas en España, su objetivo es liderar la transición energética hacia una sociedad sin carbono, electrificada y renovable. Para ello quieren dar ejemplo y hacer que la sostenibilidad sea una parte fundamental de todo lo que hacen en Vestas. Desde la gestión de los residuos hasta la electrificación del transporte.
El objetivo no solo afecta al producto final, sino que también implicará gestionar toda su cadena de valor sin generar materiales de desecho. Para ello, la compañía pondrá en marcha una nueva estrategia de gestión de residuos con un enfoque de economía circular. Esto se aplicará a las diferentes fases de la cadena de valor: diseño, producción, mantenimiento y final de vida útil.
El primer paso será mejorar la reciclabilidad de todas las palas y hubs de sus turbinas eólicas. Vestas ha fijado objetivos crecientes pensando en un desarrollo tecnológico más acelerado en la próxima década.
Estos objetivos nacen del trabajo desarrollado en los últimos años con la Universidad de Arhus y el Instituto Tecnológico Danés en el proyecto Dream Wind. Esta iniciativa de I+D se centra en el desarrollo de nuevos compuestos que puedan ser reciclados una vez que los aerogeneradores alcancen el final de su vida útil. Actualmente, el proyecto está testando plásticos termoestables reciclables. Además, se espera que la primera prueba esté lista antes de fin de año.
Más allá del desarrollo de materiales, la estrategia de Vestas se centra en aspectos de gestión igual de importantes para lograr sus objetivos de sostenibilidad. Es así que Vestas también implementará un nuevo proceso de desmontaje de palas. El objetivo es ayudar a sus clientes a disminuir la cantidad de material de desecho que se envía al vertedero.
Para Álvaro Matesanz, Product Senior Specialist en Vestas, “en los próximos años, el aumento de la colaboración entre fabricantes, proveedores de servicios y dueños de parques va a ser fundamental para poner en marcha mecanismos de reciclaje”. En la gran mayoría de países, los propietarios de los parques eólicos no se ven apoyados por un marco regulatorio que haga más viable el reciclaje de materiales.
El futuro de los aerogeneradores en España
Con casi 21.000 aerogeneradores instalados, España es uno de los primeros países en apostar por la energía eólica. Hoy continúa como quinto país del mundo con más potencia instalada, tras gigantes como Estados Unidos, India, China y Alemania. Este año, la mitad de esta flota cumplirá más de 15 años y los propietarios deben comenzar a pensar en las principales opciones a su disposición, una vez los aerogeneradores superen su ciclo esperado de vida. Opciones que pasan por la extensión de su vida útil o una repotenciación de los parques. Esto conlleva el desmontaje parcial o total de las máquinas y su sustitución por otros aerogeneradores más modernos.
Por este motivo, España será también uno de los primeros países en los que la estrategia de sostenibilidad de Vestas tendrá un impacto visible. Actualmente la compañía tiene en el país el 9% de su plantilla mundial, dos fábricas y casi 5 GW de capacidad instalada. Por lo tanto, la estrategia incluirá medidas para electrificar sus medios de transporte, mejorar la sostenibilidad de sus oficinas y optimizar la sostenibilidad de los procesos productivos. Uno de los primeros centros de producción en afrontar este reto será la fábrica de palas de Vestas en Daimiel, que en la actualidad es una de las más grandes del mundo con 73 metros de largo.
El director de la fábrica de Vestas en Daimiel, Roberto Meiriño, destaca que en los próximos años, la fabricación de palas va a ser un foco de atención prioritario en nuestras estrategias de cero residuos y cero emisiones. Representa un reto ambicioso para Daimiel y va a suponer cambios significativos en nuestra mentalidad productiva. Para él es un orgullo liderar el cambio.
Cero emisiones y más inclusividad laboral
Un aerogenerador medio suele producir en torno a 25 veces la energía que ha costado su instalación. Aunque su rentabilidad para el medio ambiente está más que demostrada, la llegada de tecnologías eléctricas nos permite fijar objetivos más ambiciosos. Por eso, junto con sus objetivos de reciclabilidad, Vestas anunció el pasado mes de febrero su intención de conseguir que su actividad no genere ningún tipo de emisión de CO2 antes de 2030. Previamente, para 2025, la compañía tendrá que haber reducido sus emisiones en un 55%, principalmente gracias a la electrificación de toda su flota de vehículos.
La idea de sostenibilidad de la compañía pasa también por ser la empresa más segura, inclusiva y socialmente responsable de la industria. Por ello, todas estas medidas se acompañan de unos objetivos a medio y largo plazo en materia de seguridad y diversidad. Por ejemplo, para el año 2025, la compañía tendrá que haber reducido su tasa de accidentes del 3,9 actual al 1,5. Y para 2030, el índice tendrá que ser de 0,6.
“Durante los próximos dos años definiremos la estrategia al completo. En muchos casos, la consecución de estos objetivos no va a depender solo de los esfuerzos de Vestas. Va a requerir de la colaboración con propietarios de parques, proveedores y entes reguladores. Se trata de un reto muy ambicioso, pero será posible gracias a todo el conocimiento y experiencia de Vestas”, añade Javier Ojanguren, Country Manager de Vestas en España.
Diversidad
En términos de diversidad, Vestas cuenta con más de 100 nacionalidades entre su plantilla. Sin embargo, para ser un reflejo de la sociedad en la que trabaja, la compañía se platea objetivos más ambiciosos. Entre ellos, reconocer la diversidad de género, edad, cultura, etnia, habilidades físicas, creencias políticas y religiosas, orientación sexual, etc, y responder de manera inclusiva ante ellas. Como primer paso, se ha centrado en aumentar el porcentaje de mujeres en puestos de dirección: del 25% en 2025, al 30% en 2030.
Vestas declara a día de hoy una cartera de pedidos acumulados por valor de 34.500 millones de euros. El fabricante danés ha declarado unas ganancias antes de intereses e impuestos del 8,3% en 2019, y ha anunciado por otro lado que va a invertir hasta 700 millones de euros en 2020. Su intención es alcanzar un margen de ganancias antes de intereses e impuestos de entre el 7 y el 9% este año.
Según los datos difundidos por la compañía, hay 113.000 MW de potencia eólica Vestas operando en todo el mundo, lo que supone más del 18% del parque eólico global. La división de Servicios presta, además, sus servicios a 96.000 MW.
Fuente: Energías Renovables
MAR
2020