La empresa del Grupo Daniel Alonso es líder mundial en proyectos ´offshore´ | Ha participado en la construcción de ocho parques eólicos marinos y se presenta como favorita para otros dos que construirá Iberdrola
Atrapar el aire del mar parecía un objetivo demasiado ambicioso, pero la necesidad de lograr un planeta más sostenible obliga a tener amplitud de miras. Así, en 1991 nació el primer parque eólico marino del mundo, el Vindeby Offshore Wind Farm, en Dinamarca. Tuvo una inversión de diez millones de dólares y estaba formado por diez aerogeneradores. Tras 25 años produciendo energía verde, los costes de mantenimiento se volvieron demasiado elevados y la tecnología fue quedando obsoleta. Se optó por desmontarlo, pero dejó un legado clave, y lo más importante, abrió, literalmente, todo un mar de posibilidades.
Y de negocios, en los que Windar Renovables, empresa del Grupo Daniel Alonso ubicada en Avilés, puso el ojo ya en 2011. Aprovecharon la experiencia que tenían como líderes mundiales en la fabricación de torres eólicas para adaptarlas al medio marino y también innovaron en la construcción de otras estructuras como pilotes y ´jackets´, cimentaciones que, a varios metros de profundidad, son capaces de sustentar los aerogeneradores.
El primer parque en el que pusieron a prueba estas bases fue el de Nissum Bredning, en Dinamarca, y desde entonces ya han participado en ocho, que han situado a Windar como una empresa líder en proyectos ´offshore´ -tecnología marina-. La mayor parte de este mercado se concentra en Europa, que acapara el 84% de la potencia eólica marina del mundo -18.814 MW, que aumentarán hasta los 25 GW para 2020-, frente a China, Vietnam, Japón, Corea del Norte, Taiwán y Estados Unidos que abarcan el 16% restante. Dentro de la Unión, Reino Unido y Alemania se sitúan como los países pioneros en este tipo de generación energética, gracias, entre otros, a los parques de Hywind, Merkur y Wikinger. En los tres ha participado Windar y ya están en funcionamiento. El último de ellos se presentó, de hecho, el pasado lunes en el puerto de Sassnitz, en la isla alemana de Rügen, aunque lleva conectado a la red alemana desde diciembre del año pasado y ya abastece a 350.000 hogares, muchos más de los que albergan las ciudades de Avilés, Gijón y Oviedo juntas.
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Las perspectivas de futuro para este sector son muy positivas debido al gran crecimiento que prevén en el producto de energía ´offshore´. «Va a crecer el mercado mundial y tenemos que estar preparados», afirmó el pasado 23 de octubre Orlando Alonso, presidente de Windar, durante la Feria Offshore de Amsterdam. De hecho, Holanda ya ha llamado a la puerta de la empresa asturiana para los próximos proyectos de eólica marina que tiene previsto iniciar. Y no son los únicos de los que está pendiente la compañía del Grupo Daniel Alonso, pues su presidente ya confirmó que, en el caso de Iberdrola, optará a todos los proyectos que se presenten. Es más, es ya una de las favoritas para adjudicarse el parque francés de Saint-Brieuc, de 496 MW, y también para la ampliación de Wikinger.
En la actualidad, Windar está inmersa en la construcción del Windfloat Atlantic, un parque eólico marino flotante frente a Portugal, pero también tiene entre manos otros proyectos, según dejó entrever Orlando Alonso. Sin embargo, «la competencia es tan fuerte» que no quiso dar más datos al respecto.
La empresa asturiana no deja de buscar nuevas oportunidades en un mercado que acaba de comenzar a explotarse y que se postula como una apuesta de seguro futura. De hecho, las eléctricas comienzan a poner en marcha proyectos también al otro lado del charco como el parque Vineyard Wind, que Iberdrola construirá en la costa noroeste de EE UU y que tendrá una capacidad de 800 MW.
Fuente:
El Comercio digital
NOV
2018