El jueves pasado, ACS anunció la venta de Cobra a Vinci, una de las partes más grandes de la división industrial por un precio entre 4.930 y 4.980 millones de euros en efectivo. Se trata de un proyecto por el que el grupo español que preside Florentino Pérez, se consolida un pago también en metálico de 600 millones de euros. Su objetivo es para el proceso de proyectos de energía renovable en los siguientes próximos siete años, dicho por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El pago por el que ACS anunció la venta se ajusta a un fijo de 4.200 millones de euros y, también, de otro que ascenderá entre los 730 y 780 millones de euros. El motivo de ello es equilibrar la caja de la compañía. El coste exacto irá en función a los resultados obtenidos del perímetro vendido en la fecha de ejecución de la dicha venta.
Pacto de las dos empresas
Además, las dos empresas han pactado un pago móvil de más de 600 millones de euros en metálico. Esto está a razón de 20 millones de euros por cada medio gigavatio, realizado por el grupo de división industrial. Las fechas corresponden entre el 31 de marzo de 2021 y los siete años sucesivos. En caso de alcanzar los 6 gigavatios en los primeros cuarenta y dos meses, podrá ser dilatable por los dieciocho meses adjuntos.
El perímetro incluye participaciones en 8 ocasiones. Además, cuenta con PPP de proyectos, especialmente tanto de energía como de plataforma de desarrollo de los nuevos trabajos que dictan en el sector de energía renovable. Según se detalla en el comunicado de CNMV, «ACS retendrá principalmente en su poder Zero-e y quince concesiones cuyo proceso de segregación (carve out) se llevará a efecto antes de la ejecución de la compraventa.»
La empresa francesa Vinci y ACS formarán una empresa vinculada, aportando todos los enérgicos renovables que realice el grupo de división en los sucesivos ocho y medio de años (como mínimo). Vinci obtendrá un 51% de derechos políticos y económicos a diferencia de ACS que tendrá un 49%.