Un estudio realizado por el investigador Tim Tröndle, expone que para generar energías renovables en Europa, se precisan de grandes extensiones de terrenos; que en muchos casos, son mayores que las requeridas por los medios convencionales de energía.
De este modo, en el estudio se analizan las posibilidades de aumentar la presencia de otras otras energías. Entre ellas, destacan la energía eólica marina y la solar en tejados y azoteas; apoyadas por la bioenergía y el almacenamiento.
En este estudio, titulado “Supply-side options to reduce land requirements of fully renewable electricity in Europe”; se muestra la importancia que tienen las energías renovables como sustitutas del carbón en Europa. Sin embargo, el gran inconveniente de estas energías, es la gran cantidad de tierra que precisan. Ante ello, en el estudio publicado por PLOS ONE, a través de un modelo dinámico, se analizan diferentes ofertas, dependiendo de las necesidades de tierra que se precisen y el coste total del sistema.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que la electricidad totalmente renovable, para tener el menor coste posible, requiere de unos 97.000 km2 (2% del total) de terreno para instalaciones de energía solar y eólica. Esto es aproximadamente, el tamaño de Portugal. Asimismo, ese coste exige una gran proporción de energía eólica terrestre.
Además de la extensión de tierra, los parques eólicos y solares han sido objeto de controversia, por su impacto en el paisaje y la biodiversidad. Eso es algo también a considerar. No obstante, la eólica marina es también discutida, por el impacto visual, si las turbinas están cerca de la costa.
En busca de alternativas renovables
En el presente estudio, se expone cómo la sustitución de la energía eólica terrestre, por otras tecnologías, puede reducir drásticamente las necesidades de tierra. Como sustitutos de esta energía, se exponen la eólica marina; los grandes parques fotovoltaicos; o la energía fotovoltaica en los tejados.
Mover la energía eólica a alta mar es más rentable y reduce los requisitos de tierra en un 50%, con una penalización de costes de sólo el 5%. Alternativamente, la energía eólica puede ser reemplazada por energía fotovoltaica, lo que conlleva una penalización de costes del 10%.
De este modo, la investigación muestra cómo el suministro de electricidad completamente renovable, puede diseñarse con diferentes formas e impactos en los paisajes y la población. Y, además, a un coste similar y reduciendo la necesidad de tierra a la mitad, incluso menos.
Eólica marina, fotovoltaica y bioenergía
Entre muchas otras cosas, el estudio concluye que la energía eólica marina es particularmente rentable. Esta energía, podría reducir las necesidades de tierra, y además, su coste es menor que las otras alternativas.
Para Tim Tröndle, es importante saber cómo valoramos la tierra abierta, ya que la expansión bien planificada de la energía eólica y solar en alta mar ofrece la posibilidad de reducir la necesidad de tierra firme, y por un pequeño coste adicional.
Explica que se pueden diseñar sistemas con requisitos de tierra muy diferentes. Y su coste no debe variar mucho, siempre que las necesidades de tierra se reduzcan de manera rentable.
Aunque la eólica terrestre sea probablemente la solución de menor coste; la electricidad puede generarse en alta mar a gran escala y transportarse a los centros de demanda utilizando una red de transmisión suficiente.
La expansión tanto de los parques eólicos terrestres, como de la red de transmisión, puede limitarse mediante la creación de electricidad solar a nivel local.